Marcas escritas del cultivo de la viña en la costa roanesa se remontan al
medievo con la instalación de ordenes monasticos quienes dejaron ciertos
documentos demostrando la existencia de un importante viñedo y de un comercio activo.
Pero, está sobre todo desde el siglo 13 que las menciones se vuelvan numerosas.
El siglo 17 ve el desarrollo significativo del viñero cuyo superficie dobla entre 1620 y 1670.
Navegación en la Loire permite el envio de vino en dirección de Paris.
Asi, poco ante la revolución, entre 40 y 50 000 botellas de vino están transportadas
en dirección de la capital.